La construcción de una plataforma centralizada: el plan de FIFPRO para que el futbolista tenga control sobre sus datos

En la Copa del Mundo de Qatar 2022, el seguimiento volumétrico capturó ocho millones de puntos de datos por futbolista y por partido. Por ejemplos como este, entre tantos otros, FIFPRO decidió buscarle la solución a un problema que se agudizó en los últimos años: el 80% de los futbolistas quiere acceder a sus datos de rendimiento para mejorar su desempeño deportivo, pero no puede hacerlo de manera sencilla y unificada.

En este contexto, en el que también muchas organizaciones y empresas encontraron una oportunidad comercial en la que los jugadores no tienen participación directa, el organismo que nuclea a 66 sindicatos de futbolistas del mundo anunció que creará una plataforma centralizada para la gestión de datos de sus jugadores con un objetivo principal: que cada uno de ellos pueda gestionar, proteger y controlar la explotación de -lo que ellos consideran- su información personal.

Del artículo que publicó el organismo podemos extraer algunas ideas interesantes:

  • En primera instancia, FIFPRO busca que cada uno de los futbolistas tenga la posibilidad de tomar el control y poder decidir de qué manera se utilizarán sus datos. Esto va desde optar qué información suyos podrá ser pública o utilizada, hasta qué uso comercial podrían hacer de la misma, contemplando la posibilidad de participar en estos procesos.
  • Por otra parte, otra finalidad importante es que el jugador pueda acceder a sus datos a lo largo de su carrera centralizados en una plataforma, sin depender de los clubes o competiciones que transite a lo largo de esta. El anuncio, además, hace mención también a que “millones de puntos de datos personales y de rendimiento de los jugadores se recogen en el entrenamiento”, por lo que daría a entender que la información de los futbolistas presente en la plataforma incluiría las performances en las prácticas con sus equipos.
  • Además, según el organismo, esta nueva plataforma beneficiaría tanto a los futbolistas, como a la industria en general: no solo “servirá como catalizador para hacer avanzar un diálogo más amplio en la industria respecto al uso de tecnología, la finalidad y el contexto de la recogida de los datos del jugador y su aplicación”, sino que también contribuirá a disminuir la fragmentación de la información, hoy distribuida asimétricamente en distintos sitios.

 

Esta política, sin embargo, en la que la FIFPRO exige mayor control de los jugadores en el uso de sus datos personales y de rendimiento, y en la comercialización de ellos, no surgió de la noche a la mañana a partir de este anuncio. En 2020, había lanzado el documento Políticas sobre datos del jugador orientada al futuro para la industria digital del fútbol.

Allí, hablaba del uso de datos en el deporte como un “recurso emergente en la industria”, pero ya recalcaba que la información de los jugadores no es de carácter público sin coste alguno. También, afirmaba que los futbolistas deberían tener participación directa en la explotación comercial de su información, que los derechos de acceso y de uso otorgados a terceros deberán respetar el marco jurídico y que el uso ilegal de los datos por terceros era “motivo de preocupación creciente”.

Durante los siguiente dos años, FIFPRO y FIFA se unieron para lanzar, en septiembre de 2022, la Carta de Derechos sobre los Datos del Jugador para futbolistas profesionales con un objetivo claro: “implementar estándares globales en la industria que protejan la privacidad de los futbolistas profesionales y les permitan beneficiarse de los derechos personales para gestionar y acceder a información relativa a su propio desempeño y salud”.

Este documento, además, cuenta con una característica distintiva: se amolda directamente al Reglamento General de Protección de Datos de la Unión Europea. Esto no significa que tenga el valor para erigirse como una norma con obligatoriedad de cumplirse, pero sí sienta un precedente muy importante en el tema.

Para la carta, por otra parte, la FIFPRO entrevistó a 119 futbolistas profesionales de los sindicatos miembros de América, Europa, África, Asia y Oceanía. Los resultados arrojaron que el 80% de los encuestados “afirmó que deseaba tener acceso a sus datos para mejorar su rendimiento sobre el campo de juego”. Por eso, el documento exige que debe garantizarse a cada jugador:

  • Derecho a ser informado
  • Derecho de acceso
  • Derecho de revocación
  • Derecho a restringir el procesamiento
  • Derecho a la portabilidad de los datos
  • Derecho de rectificación
  • Derecho de denuncia
  • Derecho a la corrección

 

La aparición de esta plataforma integradora se presenta como la solución de FIFPRO camino a una utilización más justa de la información de los futbolistas. Restará conocer, entonces, cuáles serán los pasos a seguir por el Sindicato Internacional para convertir este proyecto en realidad. Lo cierto es que esta innovadora idea deberá atravesar muchos procesos hasta alcanzar su versión final, pero su anuncio oficial podría vaticinar el inicio de una nueva era en el uso y la explotación de los datos de futbolistas. 

Fuente: Big Data Sports